SALA AZUL - AMBOS TURNOS - ¿LEEMOS UN CUENTO?
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Leemos en familia el cuento:
“Y aquí se
cuenta la maravillosa historia de GatoPato y la princesa Monilda”
Cuentopos de Gulibú. María Elena Walsh. Editorial Alfaguara, Bs.As., 2000. Cap 128 |
Una vez, en el bosque de Gulubú, apareció un Gatopato.
¿Cómo era? Bueno, era un animal con pico de pato y cola de gato. Con algunas
plumas y otro poco de pelo. Y tenía cuatro patas, pero en las cuatro calzaba
zapatones de pato.
¿Y cómo hablaba? Lunes, miércoles y viernes decía
miau. Martes, jueves y sábados decía cuac. ¿Y los domingos? Los domingos, el
pobre Gatopato se quedaba turulato sin saber qué decir.
Una mañana calurosa tuvo ganas de darse un baño y
fue hasta la laguna de Gulubú.
Toda la pateria lo recibió indignada.
- ¿Qué es esto? - decían los patos-,¿un pato con
cola de gato? Y como era lunes, el Gatopato contestó miau.
¡Imagínense! ¿Se imaginaron? Los patos se
reunieron en patota y le pidieron amablemente que se marchara, porque los gatos
suelen dañar a los patitos. Y el pobre Gatopato se fue muy callado, porque si
protestaba le iba a salir otro miau. Caminó hasta un rincón del bosque donde
los gatos estaban en asamblea de ronrón, al solecito. Y como el Gatopato los
saludó diciendo miau, lo dejaron estar un rato con ellos, pero sin dejar de
mirarlo fijamente y con desconfianza.
El pobre Gatopato se sintió muy incómodo entre
gente tan distinguida. Muchos días pasó el pobre completamente turulato y
llorando a cada rato adentro de un zapato. Hasta que una tarde pasó por el
bosque la princesa Monilda, toda vestida de organdí (tela blanca de algodón muy
fina y transparente, como el tejido del traje de novia) y lo vio, llorando sin
consuelo, a la sombra de un maní.
- ¡Que precioso Gatopato! -dijo la princesa. -
¿De veras te parezco lindo, Princesa? -pregunto el Gatopato ilusionado.
- ¡Precioso, ya te dije! -contesto la princesa.
-Sin embargo, aquí en el bosque nadie me quiere-
se lamentó el Gatopato.
-Si quieres, yo te puedo querer-le dijo la
princesa cariñosa.
-Sí, quiero que me quieras-dijo el Gatopato-,
siempre que tú quieras que yo quiera que me quieras, Princesa.
-Yo sí que quiero que quieras que yo te quiera-
respondió la Princesa.
- ¡Qué suerte! -dijo Gatopato.
-Hacía años que quería tener un Gatopato en mi
palacio, dijo la Princesa. Y lo alzó delicadamente, le hizo mimos y se lo llevo
al palacio, donde el Gatopato jugó, trabajó, estudió y finalmente se casó con
una sabia Gatapata. La princesa cuidó a toda la familia Gatipatil, dándoles
todos los días una rica papilla de tapioca con crema Chantilly. Y todos
vivieron felices hasta la edad de 99 años y pico.
Y de este modo tan grato se acaba el cuento del
Gatopato.
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¿Se animan a contarnos un poco sobre el cuento?
(nos pueden responder al mail de la sala)
ü ¿Cómo se
siente el Gatopato?
ü ¿Qué le pasa
al Gatopato?
ü ¿Alguna vez
te has sentido como él?
ü ¿Serías
amigo/a de un Gatopato? ¿Porqué?
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Les proponemos
inventar un animal (tiene que ser la mezcla de dos animales) como “Gatopato”,
con material reutilizable; pueden usar: Cartón, tubos de
rollo de cocina/papel higiénico, cartulina, papel glasé, témperas, y todo lo
que se les ocurra para crear sus “animales”.